Aunque tengo taitantos...

El sábado pasado tuve una noche un poco rara...
Fui a cenar como de costumbre con Pedro (mi novio desde hace ya 6 años y pico largos). Hasta aqui todo perfecto, luego vimos a su hermano y cuñada y claro pues fuimos a su casa con varios amigos y amigas más a tomarnos algo. Ellos se pusieron a jugar a un juego de mesa mientras tomaban unas copas, nosotras nos fuimos a dar una vuelta (jo que raro, siempre salgo con Pedro porque me lo paso muy bien con él)

Aquí empieza un poco las rarezas (desde mi punto de vista), fuimos a las carpas de un pueblo cercano simplemente por salir un poco y dejarlos a ellos jugar tranquilos.
Las carpas... no sé que ven los jóvenes (y no tan jóvenes) de divertido estar varias horas de pie alrededor de varias botellas situadas dentro de una bolsa de plástico y colocadas en el suelo. Tampoco se que tiene de divertido tener que luchar, recibir empujones, toqueteos y demás para poder acceder a una carpa (que siempre no es posible) y al final no poder ni siquiera bailar porque no se cabe.
Después de pasar el calvario antes de entrar, tienes que aguantar a varios tíos (babosos) justo al lado tuya diciendo tonterías y mirandote de arriba hasta abajo; sin mencionar todavía a las chicas que por pura gracia cada vez que pasan por tu lado te dan un empujoncito.

En fin, que aunque tengo 24 años (casi 25), y la mayoría de los que vi en las carpas eran mayores que yo (también había más pequeños eh?) sigo sin entender eso que llaman El Botellón. Nunca lo he entendido y no pretendo entenderlo ahora, lo que sí no veo justo que siendo personas adultas (se supone por la edad) las que participan en dicho evento, las zonas destinadas a ello acaban como si hubiera pasado por allí un ciclón. Da asco ver como una zona de diversión puede acabar siendo un vertedero aún habiendo contenedores y papeleras.

Bueno pues este fue mi sábado raro, me sentí como que no encajaba en aquellas carpas. A mí me gusta divertirme y bailar como a la que más, pero no me siento cómoda cuando hay cientos de personas metidas en un mismo lugar sin capacidad para ello.

La próxima vez que hagamos una escapada a las carpas o a los sitios de marcha de los "jóvenes" intentaré hacerme a la idea unos minutos antes para no llevarme la sorpresa cuando llegue al lugar.

Ya seguiré contando...

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